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El diputado por el Frente para la Victoria y ex intendente de Moreno, Mariano West, participa del Primer Congreso Latinoamericano de Microcrédito, porque considera al evento “una oportunidad única y extraordinaria para enriquecer la comunicación horizontal entre todos los participantes de la economía social”.
En el segundo día del multitudinario Congreso ,que tiene cita en el Museo Cultural de la Memoria, Haroldo Conti, (ex ESMA), y en el marco de la mesa de debate de “ Regulación y Legislación hacia la Economía Social”, Mariano West explicó la importancia de la participación ciudadana de todo el país porque “todos están en una misma búsqueda y con los mismos proyectos integradores”.
“Tantas experiencias distintas hacen que el Congreso sea enriquecedor porque no son personas que sólo hablan y transmiten un discurso teórico sino que comparten sus quehaceres cotidianos. Es el día a día de trabajo lo que se transmite aquí”, manifestó el diputado del Frente para la Victoria.
“La economía social tuvo y tiene un impacto considerable en la sociedad y orienta, integra y constituye a la Nación en la igualdad de derechos”, sostuvo el ex intendente en referencia a la importancia de los procesos populares que lleva adelante la Ministra de Desarrollo Social de la Nación, Alicia Kirchner.
Sobre el microcrédito explicó que es una “herramienta de desarrollo social y promoción humana para aquellos que se pusieron de pie frente a la vida y salieron a darle batalla”. En la misma línea, sentenció que es una “manifestación política importante y una mirada integradora del desarrollo humano”.
Los largos y sinuosos caminos para comercializar los productos , otro de los temas abordados en el 1er. Congreso Latinoamericano de Microcrédito.
En su segunda jornada, el 1er Congreso Latinoamericano de Microcrédito y Economía Social, que se desarrolla hasta este viernes en el Museo Cultural de la Memoria, Haroldo Conti, abordó las estrategias que deben implementar los emprendedores a la hora de comercializa sus productos. Los panelistas, representantes de organizaciones sociales de distintos puntos del país, coincidieron en que es necesario no bajar nunca los brazos y generar una inventiva permanente con participación activa, un trabajo colectivo que debe cubrir diversos pasos antes de llegar a la venta.
Felisa Miceli llamó a redoblar esfuerzos para sostener el actual modelo que le dio al país las tasas de crecimiento más altas de su historia.

El Profesor José Loayza Pacheco, expositor del 1er Congreso Latinoamericano de Microcrédito, manifestó la necesidad de articular a nivel latinoamericano el movimiento del microcrédito “porque estamos chocando contra los grandes, las grandes financieras que nunca han perdido ni van a empezar a perder si es que nosotros seguimos desarticulados, no solamente en cada país sino una articulación latinoamericana, de un movimiento de microcrédito con rostro social que es el que debemos buscar”.
José Loayza es Gerente de Microfinanzas de la Organización No Gubernamental Alternativa de Perú, una institución que hace 30 años viene desarrollando propuestas y capacidades para el empoderamiento de los actores sociales, la democracia participativa y la incidencia política para el cambio social en la Región Lima. “Nosotros impulsamos el protagonismo popular. Trabajamos con organizaciones que se constituyen en bancos comunales, pero que en sí provienen de la propia base, organizaciones que están constituyendo lo que es el capital social, aquellas capacidades que van más allá de tener dinero sino que hacen al desarrollo local”, afirmó.
El entrevistado nos habla de 2 enfoques respecto del microcrédito. Por un lado las microfinanzas comerciales, encaradas por las entidades financieras que ven como un negocio más trabajar con los pobres. Y por otro lado, las microfinanzas de desarrollo en las cuales se enmarca la experiencia de los Bancos Comunales en Perú, donde se piensa el microcrédito no sólo desde el punto de vista del desarrollo económico, sino como parte del desarrollo integral de la persona y la comunidad. “El impacto que queremos lograr es el empoderamiento de las mujeres, que mejoren sus negocios pero sobre todo el desarrollo comunitario”, nos cuenta José Loayza. Según su concepción, por sí mismo el microcrédito no lleva a ningún lugar, es una herramienta de desarrollo pero que debe estar articulado a otras. El microcrédito, la promoción del ahorro, la capacitación para el desarrollo de las capacidades de las personas y diferentes estrategias de comercialización que permitan llegar al mercado con la producción son para él los mecanismos que deben ponerse en conexión para lograr el éxito de la propuesta.
Actualmente existen en Perú alrededor de 7500 bancos comunales que nuclean unas 150.000 personas que están participando del microcrédito y la promoción del ahorro. “Si el Estado nos proveyera fondos, aunque sean fondos concursables, que no nos regale nada, tendríamos un alcance mucho mayor para poder llegar a las zonas más pobres del país y podríamos multiplicar la experiencia”, acusa José Loayza respecto del insuficiente apoyo que reciben del Estado. Los fondos para microfinanzas en Perú provienen mayoritariamente de la cooperación internacional, así como el apoyo técnico es brindado mayoritariamente por distintas ONG´s.
“Inclusión financiera e inclusión social es el reto que nosotros tenemos. Y el mercado, nos guste o no es algo que está ahí y tenemos que ver la manera de lograr incluir a los sectores más empobrecidos en el mismo. Sin embargo, nuestro enfoque es que el microcrédito no puede estar desarticulado de una propuesta de desarrollo local, y está propuesta de desarrollo local debe incluir o propender al desarrollo de una economía solidaria”, culminó José Loayza.

Hogar Belén comenzó trabajando con niños en situación de calle y hoy tiene el primer instituto de formación laboral provincial y más de 2 mil microcréditos otorgados.
En la Conferencia sobre “Microcrédito y Educación” realizada en el marco del 1º Congreso Latinoamericano, Ricardo López Pasarín de la organización “Hogar Belén” remarcó la necesidad de generar espacios de articulación entre diferentes instituciones del estado y las organizaciones de la sociedad civil para potenciar los procesos educativos ligados a los procesos productivos y de trabajo.
El Hogar Belén es una verdadera experiencia de articulación del trabajo y la educación. En la actualidad el Instituto de Formación laboral cuenta con más de 260 alumnos, emprendimientos productivos articulado con programas de microcréditos que llegan a más de dos mil pequeños emprendedores de la provincia de Misiones.
Ricardo López Pasarín explicó que “hoy se enseñan once disciplinas: operador de PC, reparador de PC, refrigeración, corte y confección, peluquería, electricidad domiciliaria, herrería, soldadura eléctrica y carpintería mecánica, cerámica y alfarería, ventas y atención al cliente. En realidad el proyecto es mucho más abarcativo, lo tenemos presentado y aprobado en el Ministerio de Educación de la provincia y de la Nación, por 31 oficios”.
En el marco de las articulaciones Ricardo Pasarín aseguró que la conformación de Instituto “puso en el campo de la formalidad lo que ya veníamos realizando desde hacía muchos años. El Ministerio de Desarrollo Social de la Nación nos ayudó fuertemente con el equipamiento del instituto y en el pago a los docentes. El Ministerio de Trabajo también aportó y nos alentó a que esta idea pudiera hacerse realidad”.
La nueva Ley de Educación abrió la posibilidad de la formación laboral y el Ministerio de Educación encontró el formato reglamentario para incorporar las escuelas de formación laboral contó Ricardo López Pasarín.
En el camino de traccionar la educación con la capacitación y el trabajo López Pasarín aseguró que “para estos cursos, la condición es que la persona esté alfabetizada. Siempre tuvimos como política que la capacitación laboral y la educación no son el mero acto de entregar un certificado. La persona se va con el certificado y muchas veces no sabe qué hacer, de esa forma tal vez creamos frustraciones. Nuestra preocupación era cómo seguir, el certificado es muy válido, pero, a partir de ahí, qué herramientas más darles para que puedan incorporarse a la vida del trabajo”.
En cuanto al microcrédito y el desarrollo de los Bancos Populares de la Buena Fe, López Pasarín afirmó que con su implementación les dio la posibilidad de actuar directa y organizadamente en campos donde, hasta entonces, no habíamos podido trabajar. Esta iniciativa no tiene sólo una mirada económica y eso es lo interesante. La idea es recuperar la inclusión económica, pero desde un punto de vista solidario y entender que nadie se salva solo.
“Estamos trabajando en siete municipios. Comenzamos trabajando con siete bancos, el trabajo fue interesante pero arduo. Arrancamos con 50 o 60 emprendedores y, después de dos años, hoy tenemos 2000 emprendedores, son 2000 familias que dieron un paso importante en mejorar su calidad de vida” puntualizó uno de los fundadores del Hogar Belén de la provincia de Misiones.

El economista Pedro Páez criticó duramente al sistema financiero internacional y aseguró que los pueblos de Latinoamérica son un problema para el imperio.
“El problema que tienen las oligarquías y el imperio, no son los presidentes de Latinoamérica, sino los pueblos, que se han levantado, han dicho basta y que están explorando, con mucha frescura y sabiduría y determinación el camino de un nuevo horizonte político”, manifestó Pedro Páez, representante Plenipotenciario del Gobierno del Ecuador para la Nueva Arquitectura Financiera, durante el 1º Congreso Latinoamericano de Microcrédito, que se desarrolla en el Centro Cultural Haroldo Conti.
Con una sala repleta de miembros de organizaciones sociales, técnicos y funcionarios de diferentes países de la región, Pedro Páez destacó que “América latina se está moviendo como soñaban sus libertadores la presencia de presidentes con distintos signos con limitaciones y dificultades marca, y es una respuesta al clamor popular de la gente que viene bien de abajo”.
En el marco de la Conferencia Conferencia “Los principios de la economía social en América Latina: Perspectivas”, que compartió junto al docente argentino José Luis Coraggio, Pedro Páez declaró que “en el plano político, económico y social, la gente va descubriéndose en sus capacidades y en el colectivo como un sujeto histórico, es decir como un actor dueño de su destino, tanto en lo local, en lo comunitario, como en lo nacional y sobre todo en el horizonte de vida. Esto marca una diferencia fundamental en lo que es el camino la constitución del hombre nuevo”.
Respecto del microcrédito, Pedro Páez que se desempeñó también como Ministro Coordinador de Política Económica de la República del Ecuador, aseguró que las prácticas de microcrédito en muchos casos son verdaderos procesos de aprendizaje y construcción de saberes donde las personas vencen una cantidad de dificultades y logran un empoderamiento político, de redención, de liberación, que rompe paradigmas y que van poniéndose a la altura de las tareas que nos toca cumplir en esta crisis del siglo XXI”.
Y muchas veces hablamos del microcrédito como una cosa muy chiquita, muy tecnocrática, pero las organizaciones populares tienen una posibilidad enorme porque en la defensa de la economía del día a día y de la comunidad se está jugando también las posibilidades de otro proyecto histórico. Otro mundo es posible creando los espacios para la viabilidad la replicabilidad y la sustentabilidad de otro tipo de lógica, que no es la del capital. Ahí está el potencial tremendo de la política que tiene que concretarse en las organizaciones y lo fundamental, lo ineludible es el empoderamiento del pueblo, que recupere sus derechos y sus deberes y responsabilidades en torno a su participación en la toma de decisiones de la vida política y económica. Derecho a decidir sobre lo que pasa en el país y a no sentirse títeres del destino ni del capital financiero”.
Pedro Páez se refirió también a la situación actual del sistema económico financiero global y aseguró que “Esta relación de predación de la naturaleza ha llegado a un momento insostenible. Estamos en una encrucijada histórica donde está en juego la supervivencia de la especie y en América latina empiezan a surgir embebidos en las fuentes de la sabiduría de los pueblos ancestrales otros tipo de visiones como las que están consignadas en las constituciones de Bolivia y Ecuador, “El vivir en plenitud” que va mas allá del tema del crecimiento, del consumismo por el consumismo, que plantea otro tipo de realización humana replanteando el horizonte político”.
Páez, que también fue viceministro de Economía de Ecuador aseguró que es necesario cambiar no solo el sistema capitalista actual sino el modo de vida. “Ahí está la clave, en formar otro tipo de coaliciones, de asociaciones, de agrupamiento, de organizaciones, partidos, sindicatos, de lo local, de lo regional, de lo nacional y de la patria grande porque hay que superar la manera y el método de producción capitalista y necesitamos cambiar el modo de vida”.
Respecto del rol de las organizaciones de microcrédito en relación al sistema económico financiero, Pedro Páez aseguró que las organizaciones no deben obedecer a las lógicas de esta economía capitalista, porque no tienen fines de lucro. Sus lógicas de organización responden a la solidaridad y a la comunidad. A la lógica financiera no le importa mandar gente a la calle, no les importa los emprendimientos, ni los proyectos, ni la vida de los hogares, ni de los pueblos enteros. Tampoco les interesa romper con las lógicas de convivencia pacífica de las naciones, ni de las sociedades con tal de garantizar su lucro. La lógica del capital y su exacerbación en el capital financiero especulativo además se prende constantemente a mamar de las tetas del estado , al corto placismo, a las altísimas tasas de rentabilidad. Esa es la lógica de la acumulación por la acumulación y de la ganancia por la ganancia.
Otra de las tensiones que marcó Pedro Páez es la del Estado- organizaciones sociales y economía capitalista y economía popular. “Es fundamental hacerle entender al Estado la racionalidad de la economía popular que no es la economía capitalista. Esta racionalidad que tiene sus propios niveles de exigencia y eficiencia, que no son los mismos de la economía capitalista. Esto también es un esfuerzo cultural y epistemológico en el que hay que reconocer y crecer con alas distintas experiencias”.
“Yo saludo con mucho entusiasmo este esfuerzo del ministerio de desarrollo social argentino de convocar a diferentes organizaciones de Latinoamérica para reflexionar sobre las experiencias” finalizó Pedro Páez.

El docente e investigador José Luis Coraggio, manifestó en el marco del 1º Congreso Latinoamericano de Microcrédito que la economía social tiene sus principios en el trabajo para todos, la unidad trabajador y el medio de producción, del trabajo con la naturaleza, la cooperación, la libre iniciativa, el derecho a la opción de lo que se quiere hacer y producir, la diversidad de formas de organización, de gestión democrática y la justicia social. A su vez, remarcó también que la salud y la educación tienen que ser parte de la economía social “para que todos podamos compartir los saberes”.
Durante la Conferencia “Los principios de la economía social en América Latina: Perspectivas”, que se desarrolló en la sala principal del Espacio Cultural de la Memoria, José Luis Coraggio, también remarcó como principios de la economía social a la economía domestica y de autoconsumo, la reciprocidad, la redistribución simétrica entre diferentes actores económicos, el intercambio, el comercio justo, el mercado como mecanismo de coordinación de las iniciativas. Y la planificación como coordinación democrática de las iniciativas.
A su vez, Coraggio , docente de la Universidad de General Sarmiento, señaló que “hay mucho que aprender de América Latina y también de las experiencias argentinas, a la vez que evitar la modelización de que todo el mundo tenga que hacer lo mismo, abrirse a ideas de distinto tipo e inventar otras. Eso implica una alianza política con las universidades, los centros de tecnología, los movimientos sociales y el Estado tiene que tener su rol de promotor de convocador”.
“Hay estados y constituyentes en base a los movimientos sociales que han incorporado a las constituciones esta problemática y como una necesidad de que el sistema económico cambie como Venezuela Ecuador y Bolivia. También está Brasil donde el Estado no juega un rol importante pero las organizaciones y la economía social y solidaria es muy fuerte” afirmó José Luis Coraggio.
Luego consideró que el microcrédito es una herramienta que se ha desarrollado “enraizando y extendiendo”. Si bien su función es dar crédito a la vez genera tejido social y relaciones sociales. “La gente da, recibe, media y se preocupa por sus necesidades de la comunidad. No puede solucionar todos los problemas pero es importante por estas relaciones que pelean por otra economía, pero hay que analizar la experiencia y superarla con créditos a comunidades, complejos productivos, infraestructura y producción.
En cuanto al rol del estado, Coraggio afirmó que se está dando un proceso gracias a la misma lógica de su evolución y al trabajo de la Ministra de Desarrollo Social Alicia Kirchner, que permite que la economía social se convierta en un proceso de cambio estructural.
Por otra parte, el economista señaló que es necesario apoyar a los microemprendedores, al territorio, y al tejido social con un compromiso solidario. Pero paralelamente destacó que en los emprendimientos se da un desarrollo horizontal que hay que potenciar y a la vez aprender mucho.
Por último Coraggio destacó como principios éticos de la economía social al “Buen vivir “, concepto acuñado por los pueblos originarios, donde se destaca “la persona, la persona entre las personas, con su comunidad y con la naturaleza”.
El trabajo conjunto entre el Estado y las Organizaciones Sociales, una política sostenida y a largo plazo. Unanimidad de criterios de cara al futuro.


En multitudinario acto popular la presidenta, Cristina Fernández inauguró el 1er.Congreso Latinoamericano de Microcrédito y Economía Social.